El eneagrama distingue nueve tipos de personalidad. Se dividen entre los nueve pecados capitales más dos:

Ira, orgullo, vanidad, envidia, avaricia, miedo, gula, lujuria y pereza.

Cuando se conoce el tipo de carácter se puede usar cómo herramienta para comprender mejor a la persona en toda su globalidad.

Podemos entender por qué se comporta de tal manera, la dirección de sus pensamientos, la manera de vivir y sentir. Sirve para saber cómo son las creencias de la persona, sus fortalezas y debilidades.

De esta forma el abordaje de la terapia se focaliza mejor.